Una espinita clavada

Mucho tiempo ha pasado desde entonces y muchos cambios ha sufrido mi vida. En primer lugar, la aparición en mi vida de la que hoy es mi esposa, de la que me confieso locamente enamorado y a la que me está costando dios y ayuda hacerle entender mi afición. Fruto del amor de mi matrimonio, ocupan mi poco tiempo libre mis hijos; la niña vino primero, de ésto  han pasado ya nueve años y el niño cinco años después. Y entre medias, la pérdida de un padre, mi socio, mi amigo, mi confidente y compañero. Mi padre, como ya he contado antes siempre hizo lo posible para sacarme la afición de la cabeza, tal vez porque entonces había un sector que hacía un uso de la banda ciudadana que rozaba la ilegalidad y eso siempre hizo temer mucho a mi padre y de ahí su sobreprotección.
Hoy día, la banda ciudadana, y ya desde el año 2014 se ha convertido en un modo de radio libre para el que ya no se precisa licencia y aunque le pese a algunos, con unos “mandamientos” de obligado cumplimiento. A mi modo de ver, y a sabiendas de que habrá quien no esté de acuerdo con mi postura, la CB es un trampolín hacia otras bandas, hacia otros tipos de radio para los que sí se precisa de una autorización.
Recuerdo que en una ocasión conté a mi primo Pedro mi afición y mis planes de futuro y al poco tiempo él hacía que me muriera de envidia cuando  me hablaba de sus contactos a larga distancia y de los equipos que había instalado en su casa. Así que hace un par de años, en una conversación con él, le mostré mi interés por ocupar el poco tiempo libre del que disponía en el mundo de la radio y no tardó en ofrecerme sus equipos ya que había abandonado la actividad  y se había dedicado por completo a su mundo, al karate.
En poco tiempo tenía en casa sus SuperStar3900junto con la fuente de alimentación, así que para dar los primeros pasos era más que suficiente. Al tiempo que me hacía llegar sus aparatos me dijo algo que todavía hoy (y creo que siempre lo tendré en cuenta) recuerdo. Me dijo que esperaba que la radio me aportara tantas satisfacciones como a él le dieron, y cierto es que desde el primer momento no he obtenido más que alegrías convertidas en personas, hoy grandes amigos, que han aparecido en mi vida y que de forma desinteresada, se han prestado a ayudarme en mis inicios.
Desgraciadamente en Salamanca solamente había una tienda especializada en radio y digo había porque desgraciadamente, su dueño nos había dejado poco antes de que yo recibiera los equipos de mi primo. Así que cuando fui a la tienda, recomendado por Juan Francisco, la primera persona  que una vez publiqué en redes sociales mi afición e interés por reflotar la CB en Salamanca, no dudó en ponerse en contacto conmigo para ofrecerme toda su ayuda. Decía antes, que fui a la tienda y encontré allí a su apenada esposa de Faustino Hierro Terradillos, EA1FXM, liquidando todas sus existencias con el fin cerrar definitivamente la tienda, así que esta bellísima persona puso en mis manos la antena Sirio2016 que hoy apunta al cielo desde mi tejado y una antena móvil Hi-Power 3000 que he estado utilizando hasta hace bien poco que levanté la antena de base.

Desde entonces, muchos contactos (muchos de ellos por mail o a través de las redes sociales) buscando la orientación y consejos de los más veteranos, pero eso ya  lo contaré en otra entrada.